Es importante entender lo que pasa en Puerto Rico y en el mundo. Un microscópico virus nos ha cambiado la vida al extremo de que todo lo que hacemos gira en torno al maldito virus. Por qué esto ocurre, es objeto de teorías y análisis religiosos, filosóficos y políticos. Desde mi perspectiva todos válidos. Que hacemos nosotros como individuos es otro tema que amerita señalamiento y divulgación.

La comunidad científica no tiene un conocimiento amplio y completo del comportamiento del virus e irónicamente lo único cierto es que, hasta que tengamos  una vacuna, el control del virus depende exclusivamente del comportamiento responsable de cada individuo. Aquí es que se complica el tema.

Si se sabe que la mejor forma de evitar el contagio es algo tan simple, tan sencillo, como lavarse las manos frecuentemente, usar mascarilla y mantener una distancia de seis pies, porque es tan difícil ser responsable y cumplir con ello.

No entiendo a los que hablan que la economía se afecta si se mantiene la distancia. Es cierto que se afecta el comercio pero no es menos cierto que cuando se logre la vacuna el virus desaparecerá y la economía se recuperará, tarde ello un mes o un año. Lo que no se puede recuperar es la vida, si se pierde. Estados Unidos tiene la capacidad económica, hoy, para solventar el comercio y la industria en sus pérdidas hasta que llegue la vacuna. Hace poco lanzaron un satélite hacia el planeta Marte con el propósito de medir por dos años los movimientos o temblores de tierra de dicho planeta. Los millones que costó y cuesta ese proyecto son suficientes para solventar la economía de Puerto Rico. El presupuesto para armas y guerras es suficiente para solventar la economía de los 50 estados. Simplemente dejemos de hacer guerras por un año.

Si lo de la economía es incomprensible lo de no usar la mascarilla, porque ello viola los derechos civiles de los que no les da la gana de usarla, es absurdo y raya en lo estúpido. Ayer leí que uno que estaba protestando por su derecho a no usar la mascarilla, falleció por contagio al virus.

La comunidad científica ha dicho que si toda la población usa la mascarilla por uno o dos meses el virus deja de reproducirse y desaparece. Pero ello viola el derecho a la libertad individual de no usar la mascarilla, o sea el derecho a contagiar a nuestros semejantes. ¿En realidad es tan difícil que el gobierno y todos los ciudadanos sean responsables? Ello incluye desde el más poderoso, en este caso el Presidente Trump, hasta el más insignificante, en este caso yo.

 

Escrito por La Palabra