En el periódico El Nuevos Día de hoy 4 de julio, Carlos “Johnny” Méndez escribe un artículo que titula “Estados Unidos no puede celebrar mientras Puerto Rico sufre”. Les invito a leerlo ya que el mismo es una verdad lapidaria.
Concluye el artículo con este párrafo:
“Los Estados Unidos no pueden celebrar mientras Puerto Rico sufre la desigualdad de derechos que los Padres Fundadores deploraron, sencillamente no se puede.”
Puerto Rico en los últimos años se ha manifestado, mayoritariamente, a favor de la estadidad. Encuestas realizadas revelan que la mayoría del pueblo americano favorece que Puerto Rico sea un Estado. Pero la mayoría del liderato político, tanto republicano como demócrata, o se oponen abiertamente o no les importa y manifiestan un tibio endoso a la Estadidad que dura los dos o tres minutos de la pregunta.
Obama, a pesar de haber prometido resolver el problema del status, no hizo nada afirmativo para ello. Trump fue más honesto y dijo que se oponía. Biden no ha hecho nada y parece que no hará nada a favor de la estadidad para Puerto Rico.
Yo no sé cuál es la agenda de los cabilderos o delegados que irán a Washington a promover la estadidad en el Congreso pero si sé que sus relaciones con los congresistas es muy poca o ninguna, distinto sería si fueran personas como Kenneth McClintock o Antonio Monroig que si conocen a Washington, conocen los congresistas y hablan fluidamente el inglés.
Mi padre dijo “Yo no veré la estadidad pero mis hijos la verán”. Hace 123 años que somos una colonia de Estados Unidos y mi padre hace 30 años que falleció. Desde José Celso Barbosa al presente son muchos los líderes que han tenido la responsabilidad de procurar la estadidad, el progreso de su gestión ha sido muy lento por no decir mínimo.
Hoy yo modifico lo dicho por mi padre, “Yo no veré la estadidad pero quizás mis hijos, o mis nietos, verán la culminación de la vergonzosa colonia de una forma u otra. Así lo quiera Dios”.