Por qué ocurren muertes, como la de Keishla Rodríguez y Andrea Ruiz debe ser la preocupación de todo Puerto Rico. No sé si concurren conmigo, pero noto que el interés de la prensa gira en que se acuse a él o los culpables. Este debe ser el interés de la policía y los fiscales, que están haciendo un trabajo extraordinario. Y el pueblo con el auspicio de la prensa o la prensa con el auspicio del pueblo, siguen esta tragedia como una tele novela.

Pero estudiar, analizar y prevenir que muertes cómo estás ocurran debe ser la verdadera preocupación. ¿Bajo qué autoridad una persona resuelve un problema quitándole la vida a otra? ¿Cuáles son los valores que como sociedad tenemos? ¿Quién en el responsable de que una parte de nuestra sociedad no valore la vida ajena? ¿Qué puede o tiene que hacer el gobierno, la iglesia, la familia, en fin el pueblo para comenzar a educar sobre lo sagrado de la vida? Recuerdo un día que iba a visitar a mi único hermano Ernesto (lamentablemente ya fallecido) quien vivía en Guaynabo en una urbanización con acceso controlado y en lo que marcaba el número para poder entrar se me acercó un joven, que no podía tener más de 15 años, a pedirme un dólar. De inmediato noté que en la cintura llevaba una pistola. Cuando él se percata que estoy mirando la pistola, con la naturalidad más grande me dice “no se preocupe esto no es para usted, es para los indecentes donde yo vivo”. Un adolescente con una pistola que podía determinar quién era un indecente que debía morir.

Para colmo de males el gobernador Pierluisi solicitó una asignación de $7 millones para iniciar un estudio sobre la violencia de género y la señora Jaresko, la distinguida Directora de la maldita Junta de Supervision Fiscal, lo redujo a $200 mil. El que no entienda que sólo somos una colonia de Estados Unidos, no vive en este planeta.

Recuerdo al Pastor Enrique Santiago predicar, “no se trata de colores, se trata de valores”. Señor gobernador si no hay el dinero para hacer el estudio que solicita tómese la iniciativa de enseñarle al pueblo, en especial a la juventud, el mandamiento que hace más de dos mil años nos dejó Jesús; “Amarás a tú Dios sobre todas las cosas y a tú prójimo como a ti mismo”. Mateo 22:36-40

La falta de amor a Dios y amor a nuestro prójimo es la raíz del problema de falta de valores.

Escrito por La Palabra