Carlos Romero Barceló fue un líder como pocos en nuestra historia. Decía, sin ambigüedades, lo que creía y tenía la virtud de decir lo mismo en público como en privado. No hablaba para complacer, hablaba para educar sobre lo que él entendía era lo mejor para Puerto Rico.

Durante su primera campaña por la gobernación en el 1976 tuve la oportunidad de compartir y conocer a Carlos. Él me había pedido que organizara y dirigiera el Distrito Mayagüez-Aguadilla y era en mi casa que él se quedaba durante dicha campaña. Sus diálogos en privado eran un torrente educacional.

Recuerdo un día que en una reunión del Comité Ejecutivo del PNP se discutía un nombramiento al cual yo me oponía y un líder, de mayor jerarquía, lo favorecía y en sus argumentos usa la frase “los míos con razón o sin ella”. Al final Carlos lo criticó por dicha frase, me dio la razón y retiró el nombramiento.

Carlos era un líder que mandaba pero él iba al frente, independiente de que la prensa o grupos de interés estuvieran o no de acuerdo. Él no hacía encuestas para ver qué opinaba la mayoría y entonces asumir postura, él estudiaba tomaba una determinación y la defendía de frente. Por ello los que estuvimos con él lo respetábamos y queríamos y la oposición política lo respetaba y le temía.

Nadie en nuestra historia ha sido alcalde de San Juan, Gobernador, Comisionado en Washington y Senador.

Los que trataron de desacreditarlo nunca pudieron evidenciar conducta alguna que fuera objeto de actos ilícitos o de corrupción. Fue el último gobernador que al salir de La Fortaleza le entregó a su sucesor un gobierno sin déficit. Como dato curioso su rivalidad con Rafael Hernández Colón comenzó en el 1969, siendo Hernández Colón Presidente del Senado y Carlos Alcalde de San Juan. Esta rivalidad los llevó a disputarse la gobernación de Puerto Rico en el 1976,1980 y 1984. Ambos fallecieron un 2 de mayo.

Carlos Romero Barceló nos enseñó que la Estadidad no es una dádiva que se suplica y si un derecho que se exige.

Carlos Romero Barceló es parte de nuestra historia y será la historia la que lo señalará como uno de los mejores gobernadores que hemos tenido y quizás el último líder de pueblo.

Escrito por La Palabra