Un relator es la persona comisionada, usualmente un perito, para relacionar en un informe hechos sobre los cuales le fue requerido que investigara.
A Philip Alston, profesor de Derechos Humanos en la Universidad de New York (NYU), le fue solicitado por el Consejo de Derechos Humanos de la Naciones Unidas que hiciera un estudio sobre el efecto de la pobreza extrema en el disfrute de los derechos humanos.

El profesor Alston estuvo en Puerto Rico, como parte de su estudio, y llegó a la conclusión de que Puerto Rico es una colonia. Descubrió el Pacífico. Los estadistas e independentistas venimos gritándolo hace siglos.

En el 1952 se constituyó el Estado Libre Asociado de Puerto Rico. Con ello el gobierno de Estados Unidos, en complicidad con el de Puerto Rico, logró engañar al pueblo de nuestra isla para que consintiéramos a ser una colonia perfumada. El perfume diluía la peste colonial y el consentimiento disfrazaba la afrenta colonial.

En el 1953 Estados Unidos logró sacar a Puerto Rico de la lista que mantienen e investigan las Naciones Unidas de los países que son objeto de gobiernos coloniales. O sea que no tienen gobierno propio y están regidos por una metrópoli que ejerce el verdadero poder último en el gobierno de la colonia.

El profesor Alston concluye en su informe que, luego de ver y estudiar la situación política de Puerto Rico, nosotros tenemos un déficit fiscal y un déficit de derechos humanos y los dos no son fáciles de desenredar. En su estudio concluyó que la mayoría acepta que Puerto Rico es una colonia y que ello le place a Estados Unidos.

Qué efecto tendrá el informe sobre nuestra condición colonial, probablemente muy poco. Los Estados Unidos, especialmente la actual administración del presidente Trump, le importa muy poco lo que opinen las Naciones Unidas. Lamentablemente la crisis económica, en que nosotros mismos nos metimos, impide que el país se concentre en resolver la madre de nuestros problemas, nuestra condición colonial. Con mucho dolor concluyó que hay puertorriqueños que no les importa y otros que les importa muy poco salir de la zona artificial de confort que creó el ser una colonia por consentimiento. Quien se atreverá dar el último aldabonazo que nos despierte del marasmo colectivo en que estamos sumidos ?

Escrito por La Palabra