Un día como hoy, 8 de agosto, hace 32 años falleció mi padre Israel Roldán Blas. De él aprendí el amor por la familia, el interés en la política, en la historia y la poesía pero sobre todo el amor por Aguadilla.

Para mi padre, y él lo decía, Aguadilla era el centro del universo, y la puerta de la cristiandad y de la civilización, como hoy la conocemos. Lo del universo era una hipérbole que el utilizaba para enfatizar la grandeza del pueblo donde “hasta las piedras cantan” y de “el agua de Dios”. Lo de la puerta de la cristiandad y la civilización era una frase que el usaba con frecuencia al defender la llegada del Almirante Cristóbal Colón por las playas de Aguadilla. Nadie se atrevía argumentarle en contrario y si alguien trataba él con su elocuencia y su voz estentórea, le callaba.

Luego de su muerte, entre sus papeles, encontré unas poesías de él inéditas y una colección de poesías de autores puertorriqueños y latino americanos. Mi madre me dijo que el pretendía publicar sus poesías y una antología cuando le sorprendió la muerte.

Mi compañero de estudios y que nuestros intereses comunes me permiten llamarle hermano, el Dr. Jorge María Ruscalleda Bercedóniz me instó a publicar los poemas de mi padre. El libro lo titulé Flamboyanes, era su árbol favorito al igual que es el mío. Será una edición limitada la cual le haré llegar gratuitamente a aquellos que le conocieron y así lo quieran.

Hace 32 años que perdí a mi padre y parece que fué ayer.

Escrito por La Palabra