Hoy quiero escribir sobre el verdadero rol de un líder en momentos cruciales y determinantes en el diario vivir de los pueblos. Para nosotros, en Puerto Rico, los huracanes son parte de lo que nos sucede todos los años casi siempre de agosto a noviembre. Recientemente estuve en Colombia y allí no recuerdan haber experimentado los embates de un huracán. Otra es la realidad en las islas del Caribe, Centro América, México y el sur de Estados Unidos. Todos, en mayor o menor grado, hemos sufrido los estragos, las privaciones, las pérdidas e inconvenientes que nos traen los huracanes.

En el periódico El Nuevo Día leí un excelente artículo escrito por Mayra Montero el cual señala, con mucha propiedad, lo que hoy quiero compartir con ustedes. Ella tituló su artículo- El Panorama Zombie. Si hubiera tenido su autorización con reproducir el mismo era suficiente para llevarles mi mensaje, les invito a que lo lean en la edición del domingo 17 de septiembre de 2017.

El líder es el que dirige, el que va a la cabeza. Es el que enseña el camino con su verbo y ejemplo. Un líder no es el que espera ver hacia dónde sopla el viento para entonces manifestarse. A estos últimos, en el campo donde yo vivo, se les llama vela guiras.

Recientemente reconocí el liderato desplegado por el gobernador y los 78 alcaldes (PNP y PPD) ante la crisis creada por el huracán Irma.  Hoy pregunto, donde se encuentra el resto del liderato político del país, donde están los líderes cívicos, donde están los líderes estudiantiles, donde están los que protestando contra la Junta de Supervisión Fiscal dañaron edificios y vehículos? Donde está el liderato obrero que es tan vocal cuando le tocan sus ingresos? Donde está el liderato religioso del país?

Sería injusto si no señalo que hay sus excepciones pero la realidad es que no vi a huelguistas, estudiantes, líderes políticos, líderes religiosos, limpiando caminos, ayudando en los refugios, recolectando ayuda para los que tanto perdieron, aquí y en las islas vecinas, o simplemente reconociendo y agradeciendo a los que si lo hicieron.  Los que lo hicieron y quizás de mayor valía los que lo hicieron sin publicidad, mis respetos y aplausos.

Los que se han quedado velando guira no vengan luego a querer enseñarnos el camino. Recuerden al exquisito Antonio Machado,  “Caminante no hay camino, se hace camino al andar…”.

Escrito por La Palabra