Del presidente Trump se puede decir muchas cosas y se le puede adjudicar muchos adjetivos calificativos, lamentablemente la mayoría de ellos no son halagadores. Decir que es impredecible es quizás uno sobre el cual no hay mucha controversia.

Trump prometió construir un muro en la frontera con México y es importante recordar que dijo que México iba a pagar por la construcción del muro. Durante los primeros dos años el presidente de México le dijo, en forma absolutamente clara, que no iba a pagar por su muralla. El Congreso, controlado por los Republicanos no le aprobó el dinero que solicitó. Hoy pretende que la Cámara de Representantes, controlada ahora por los Demócratas, le aprueben lo que no logró bajo el control republicano. Él sabe que ello no va a ocurrir y, como niño malcriado, provocó el cierre parcial del gobierno federal.

Lo último en la movida es que está considerando desviar los fondos asignados a Puerto Rico para la recuperación de los estragos causados por el Huracán María, para la construcción de su fatídico muro.

Con lo que no contaba Trump fue que la Comisionada Residente en Washington, Jenniffer González, se le iba a poner de frente en oposición a sus locuras. Hablándole en buen puertorriqueño le dejó saber que ella no iba permitir que se desvistiera un Santo ( Puerto Rico ) para vestir otro Santo ( La Muralla ). Jenniffer fue más lejos y le dijo que si retiraban los fondos, ya aprobados para la reconstrucción de Puerto Rico, ella renunciaría a la presidencia del Partido Republicano.

Esta es la forma seria y directa de enfrentar a Trump, en defensa de Puerto Rico.

Felicidades Jenniffer.

Escrito por La Palabra