El 22 de julio se cumplieron los ochenta años de la inscripción del Partido Popular Democrático, aniversario que pasó,en gran medida, desapercibido salvo unas manifestaciones que algunos líderes expresaron. Hubo ausencia total de manifestaciones de pueblo que dan señales de vida.

El alcalde popular de Hormigueros, el amigo Pedro García, hizo un señalamiento en reclamo de regresar a las raíces del PPD, “ El fin es darle sentido y norte a su causa extraviada, bajo el consenso de lo que somos, puertorriqueños. De lo contrario otros tomarán su lugar”. Grave sentencia la pronunciada por el alcalde.

El exgobernador Anibal Acevedo Vila escribe cuestionándose el futuro del PPD. “ Al cumplir 80 años esos logros se encuentran semi-destruidos y tristemente en decadencia. Ante este escenario y luego de recordar lo alcanzado, lo primero que los populares tenemos que preguntarnos en este momento histórico es: ?terminó la encomienda del Partido?
El problema del PPD reside en la mentira. Dicho partido se organiza con el propósito noble de atender los serios problemas económicos que tenía Puerto Rico en las décadas del 30 al 50. Su propuesta fue posponer la discusión del centenario problema del status bajo el lema “ el status no está en issue”. (Curioso que en una sola oración usaran dos anglicismos.)
Dicho propósito y lema le permitió al PPD aglutinar estadistas, independentistas y soberanistas bajo un fin común, el desarrollo económico de Puerto Rico y posponer así la discusión que nos divide, el estatus.

La ansia de mantener el poder administrando la colonia llevó al PPD a la mentira y a la traición.

El PPD llega al poder en el 1940, revalida sólidamente en las elecciones de 1944 y surge la primera traición al decretar su presidente Luis Muñoz Marín que era incompatible ser popular y ser independentista lo cual lleva a Gilberto Concepción de Gracia y a Baltasar Quiñónez Elias, que eran miembros de la Cámara de Representantes por el PPD, a fundar en el 1946 el Partido Independentista Puertorriqueño.

Luego vino la gran mentira de 1952, el Estado Libre Asociado. En complicidad con el gobierno de Estados Unidos crean la gran mentira del ELA y le dicen al pueblo que se resolvió el problema del estatus con un tratado bilateral y permanente de libre asociación. Luego se dijo que era lo mejor de dos mundos o sea lo mejor de la estadidad y lo mejor de la independencia y como consecuencia dejábamos de ser una colonia.

Hoy se hace público, lo que los estadistas e independentistas siempre señalamos, que seguimos siendo una colonia bajo el poder plenario del Congreso de los Estados Unidos.

El que traiciona y miente está destinado, tarde o temprano, a la destrucción. El futuro del PPD descansa solo en su capacidad para, en un acto histórico de constricción, admitir que mintieron, disculparse con el pueblo puertorriqueño y decir la verdad sobre que fórmula de estatus defenderán. Sin inventos, sin mentiras, con la verdad. Solo así el alcalde de Hormigueros le podrá dar “ norte a su causa extraviada” y el exgobernador contestarse si “terminó la encomienda del partido”.

Escrito por La Palabra